martes, 28 de octubre de 2008

Decires

La amorosa presencia compartida
es el mayor recordatorio del paraíso en la tierra
y es también el mejor aliento
para que ese empecinado intento del amor,
de hacerse humano
nos entregue a nosotros,
pequeños y heroicos aprendices de la partitura,
la bendición de percibir,
aunque sea en instantes,
la belleza de la sinfonía que nos empeña.

Norberto Levy

No hay comentarios: